Con el paso del tiempo, algunas zonas de nuestra casa como las escaleras pueden suponernos una dificultad a la hora de acceder o desplazarnos dentro de nuestro propio hogar.
En múltiples casos subir y bajar unas escaleras puede ser un peligro para aquellas personas de avanzada edad que, a pesar de poder caminar correctamente, esto se les presenta cómo una dificultad, llegando a ser arriesgado para su integridad física. Una solución para este tipo de conflictos son las sillas salvaescaleras, un aparato que ha sufrido un aumento en su demanda en estos últimos años debido a los múltiples beneficios que proporcionan al usuario.
Hoy venimos a contaros un poco más de las ventajas que tiene la implantación de este tipo de instalaciones en nuestro domicilio:
En primer lugar debemos hablar de lo fácil y sencillo que es su utilización, la cual permite la autonomía y el libre movimiento del usuario dentro de su hogar. La autonomía que este tipo de sillas dan al usuario supone una ayuda para que poco a poco la persona sienta menos esa pérdida de independencia derivada de la falta de movilidad, ayudando a liberarlos de la presión por la necesidad de constante atención de familiares y amigos.
Este tipo de instalaciones cuentan con múltiples usos, ya que no sólo están destinadas a personas con movilidad reducida o con dificultades motoras, sino que también son ideales en caso de lesiones o recuperaciones donde no podemos movernos con total normalidad.
¿Puedo usarla como medio de transporte para objetos?
Las sillas salvaescaleras también nos permiten transportar algunos enseres de gran peso como equipajes o algún otro objeto con seguridad, aunque no estén diseñadas para eso específicamente. Eso sí, siempre sin sobrepasar el límite de peso máximo del mismo. Esto ayuda a mejorar la vida de la persona aunque no cuente con movilidad reducida, ya que acciones cómo subir un objeto muy pesado por las escaleras puede aumentar el riesgo de caídas.
¿Qué espacio necesito para montar un salvaescaleras en mi casa?
Otra ventaja con la que cuentan estas instalaciones es que tienen una mayor adaptabilidad que los ascensores, ya que suponen un mayor aprovechamiento del espacio. Sus asientos son plegables permitiéndonos ahorrar espacio, y su amplia gama permite su instalación en cualquier escalera: curva, con giros, con descansillos, etc.
Por último, cabe destacar que este tipo de aparatos cuentan con un sistema de baterías que les permiten seguir funcionando aunque haya un apagón de electricidad. De esta forma la persona nunca se quedará atascada en medio del tramo de escaleras y podrá seguir moviéndose.
Después de todas las ventajas que hemos visto podemos aseguraros que una silla salvaescaleras puede mejorar el día a día de una persona con dificultades de movimiento ya que… ¡ES MÁS FÁCIL QUE ANDAR!